13 de abril de 2015

Mentiras

Ser honestos requiere muchas veces estar preparados para escuchar y decir cosas que no nos harán sentir cómodos. Es más fácil utilizar las llamadas "mentiras piadosas" y evitar los temidos conflictos con aquellos que nos rodean, o incluso con nosotros mismos.

Si vivimos una relación de pareja o de amistad basada en ilusiones, fantasía, excusas, etc... tarde o temprano descubriremos que no era tan sólida como imaginábamos. Los cimientos que suponíamos que la estaban sujetando eran también de mentira y todo terminará por desmoronarse.

Cuando detectamos mentiras de alguien que nos importa podremos justificarlo con sus buenas intenciones. Podrá haberlo hecho por no hacernos sufrir o por miedo a enfrentar la realidad, pero no dejará de ser una mentira.

Las mentiras son como la mala hierba, las ratas o las cucarachas,... si dejas entrar a una no tardarán en crecer y reproducirse de forma descontrolada.

Hay individuos que cuando tienen miedo o se sienten inseguros/nerviosos, utilizan la mentira como una  vía de escape rápido. Llegarán a autoconvencerse de las falsedades que han inventado o de los motivos que las justifican y no entenderán que otros decidan ceñirse a los hechos reales, obviando todas las justificaciones que ellos les darán para convencerles de que lo que han hecho no está tan mal. 

Las personas que no acepten sus mentiras representarán una fuente de conflicto, ya que serán una toma de contacto con la realidad y para ellos es más fácil permanecer en la fantasía que han creado para poder sentirse bien con ellos mismos. Si no hay una clara intención por rectificar la situación tomando su responsabilidad cada una de las partes y moviéndose ambos hacia una posición más honesta, la relación no será sostenible en el tiempo.



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