11 de abril de 2015

Cuentos de hadas

Cuando nos toca pasar por situaciones difíciles a lo largo de nuestra vida podemos afrontar el problema y tratar de solucionarlo, o podemos negarlo y crear una fantasía que aparentemente nos evite el sufrimiento. Tenderemos a hacer esto último si es así como nos hemos comportado durante nuestra infancia, para no enfrentar la realidad que vivíamos en casa con nuestros padres.

Después de ese entrenamiento inicial, habremos adquirido la capacidad de permanecer en relaciones en las que nos sintamos infelices, soñando que con nuestra ayuda y amor incondicional nuestra pareja llegará a transformarse en el príncipe azul o la princesa de cuento que desde pequeños llevamos grabado a fuego en lo más profundo de nuestro ser. Pasamos nuestra infancia creyendo que podríamos cambiar la situación que nos rodeaba o que alguien vendría a rescatarnos y ahora, cuando ya somos adultos, seguimos soñando.

Al ir creciendo, las niñas alimentan de forma inconsciente la idea de que un príncipe azul venga a rescatarlas y salvarlas de sus problemas para poder ser completamente felices. Las innumerables canciones y películas de amor con las que nos bombardean día tras día refuerzan esta creencia y otras muchas ideas equivocadas. 

Por su parte, los niños crecen pensando que las mujeres necesitan ser rescatadas y protegidas, que requieren que un hombre las cuide y las haga felices.

Son pensamientos que llevan tanto tiempo en nuestro interior que llegamos a tomarlos como si fueran totalmente ciertos y vivimos con la eterna esperanza de que nuestro príncipe o princesa llegarán un día para salvarnos y traer la felicidad a nuestra vida. Esta forma de pensar y de sentir nos generará mucho sufrimiento porque nunca podremos ser felices por nosotros mismos.


2 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo, creo que sería importantísimo empezar a cambiar esto desde la base, la infancia. La educación emocional es básica para que los niños aprendan a responsabilizarse de sus emociones y crear su propia vida.
    Muy bueno el post.

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  2. Muchas gracias por tu comentario.

    Efectivamente, debemos intentar que los niños crezcan con una percepción más realista de la vida, por supuesto siempre adecuada a su edad. Tratemos de mostrarles que su felicidad solo depende de ellos mismos, y ayudémosles a descubrir qué cosas les hacen sentirse bien.

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