10 de abril de 2015

Detectarlo a tiempo

Existen algunas señales a las que debemos prestar atención para detectar si la persona con quien estamos iniciando una relación puede tener una personalidad narcisista o mostrar comportamientos y actitudes abusivas. 

Si los tenemos en cuenta podremos ahorrarnos mucho sufrimiento al evitar involucrarnos en relaciones que terminarán lastimándonos. Esto no significa que sean signos inequívocos, pero sí debemos estar alerta ante ellos.

  • Elude sus responsabilidades echando las culpas de todo lo que le sucede a los demás, pasando por el camarero, el taxista, su jefe, la crisis, su familia y amigos... y por supuesto tú.
  • Es hipersensible. Cualquier comentario inofensivo puede ser el detonante de una discusión apocalíptica. 
  • Su lenguaje es hostil y a menudo contiene palabras hirientes u ofensivas, aun cuando no parezca que haya motivos para ello.
  • No respeta tus límites ni presta atención a lo que tú quieres. Esto puede darse en situaciones cotidianas como elegir una película o pedir algo en un bar.
  • Tiene que saber dónde y con quién estás en cada momento. Los mensajes de texto o llamadas constantes pueden ser un ejemplo.
  • Tiene la necesidad de controlarlo todo de forma casi compulsiva: a la hora de conducir, de guardar las llaves, las entradas del cine, el dinero...
  • Te critica a menudo, se mete con tu forma de vestir o de comportarte.
  • Cuando estalla una discusión te hace ver que reacciona así porque tú lo has provocado. "Mira cómo me he puesto por tu culpa" será una de sus frases más recurrentes.
  • Suelen adoptar una postura física que transmita un aire de superioridad o misterio. No se sienten cómodos con el contacto físico, les gusta mantener su territorio.
  • No tardan mucho en reclamar un tratamiento especial de algún tipo. No esperar su turno o hablar con los máximos responsables de algo saltándose el procedimiento establecido pueden ser algunos ejemplos.
  • Cuando no ven satisfechos sus deseos o necesidades, o sienten que reciben el mismo tratamiento que los demás, suelen reaccionar con enfado e indignación.
  • Son especialistas en hacer responsables a todo el mundo de sus necesidades, errores, comportamientos o elecciones, salvo a ellos mismos.
  • No se sienten cómodos mostrando su desconocimiento en algo. Les gusta sentirse poderosos, aunque en el fondo sean unos ignorantes y unos perdedores.
  • Suelen ser impacientes, se aburren con facilidad, salvo cuando ellos son el centro de atención.
  • Utilizan la violencia para encubrir su vulnerabilidad y sensibilidad. Se separan de sus propias emociones y de sus seres queridos haciéndoles daño.

Estos comportamientos aplican a hombres y mujeres y los suelen manifestar únicamente con su círculo más cercano, normalmente con la pareja, padres e hijos. Es mucho menos frecuente que los muestren con los amigos o colegas de trabajo. Al resto del mundo se mostrarán como personas equilibradas y adorables.


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