11 de abril de 2016

El mejor comienzo

Si al iniciar una nueva relación empezamos a preocuparnos en exceso por si va a funcionar o no, estaremos saboteándola de forma inconsciente. Pensar en los cómos y porqués del supuesto fracaso es una manera de protegernos a nosotros mismos, ya que no nos permitirá relajarnos del todo y disfrutar. Si finalmente sale mal, estaremos sobre aviso y el golpe no será tan duro como si caemos desde el séptimo cielo.

Cuando las razones para no estar al 100% no son achacables a la propia relación, sino que vienen determinadas por otras experiencias del pasado, es probable que estemos experimentando una falta de confianza en nosotros mismos, que derivará en una falta de confianza en nuestra pareja. Podemos pensar que repetiremos los mismos errores, que volverán a decepcionarnos, a engañarnos o a abandonarnos, sin tener siquiera indicios de que esto vaya a suceder. El miedo a a pasarlo mal otra vez nos lleva a crear estas hipótesis que no nos permiten conocer y dejarnos conocer realmente por la persona que tenemos al lado.

No podremos adivinar el futuro o pretender que nuestra pareja nos garantice nada, si lo hiciera nos estaría mintiendo. Lo que sí podemos y debemos hacer es estar presentes en la relación, preguntarnos si somos felices, si estamos siendo nosotros mismos, si nos permite crecer como personas y dirigir nuestra vida a donde queremos llegar, si nos sentimos seguros, respetados y valorados, si sentimos que la relación está equilibrada, que los dos aportan todo lo que está en su mano para cuidar de la misma.

No hay fórmulas mágicas para generar un clima relajado y de confianza en una relación, pero sí podemos elegir los pensamientos en los que nos queremos detener, las palabras que decimos y las acciones que realizamos cada día para sentirnos más comprometidos en reforzar el vínculo. El conflicto, los desacuerdos e incluso la crítica forman parte del proceso de conocerse y no es justo que pongamos en duda la relación o tiremos la toalla ante cada dificultad o pensamiento negativo que nos venga a la cabeza. Estamos en una fase de descubrimiento, no necesitamos ser perfectos ni que la otra persona lo sea, sólo respirar profundo y saber que todo estará bien pase lo que pase.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por participar en este blog