19 de abril de 2016

La verdadera responsabilidad

Nuestro principal compromiso cuando estamos en una relación debería ser cuidar de nosotros mismos, ya que solo así podremos atender adecuadamente a nuestra pareja. Ninguno es superior o inferior al otro y existe un claro equilibrio entre lo que aporta cada parte. Ambos deben ser capaces de dar el amor, la confianza y el respeto necesarios para la integridad y la buena salud de cualquier relación.

Para poder hacer esto es fundamental que cada uno se conozca a sí mismo y sepa qué es lo que necesita y espera del otro (y se lo haga saber), sin asumir más responsabilidad de la que le corresponde. No olvidemos que para que una pareja funcione los dos individuos deben estar implicados por igual. No importa la cantidad de esfuerzo, sudor o lágrimas que invirtamos en una relación, si el otro no tiene verdadero interés y actúa en consecuencia, no conseguiremos mantenerla a flote por mucho tiempo.

Tener pareja no implica dejar de hacer lo que nos gusta o de ser como somos, más bien todo lo contrario. Estar con la persona adecuada nos permitirá mostrarnos sin miedo a ser juzgados, a equivocarnos sin temor a reproches, a preguntar las cosas que no entendamos y a discutir aquellas con las que no estemos de acuerdo con la confianza de poder expresarnos libremente, sabiendo  que nuestra opinión será valorada y respetada aunque no siempre coincida con la de nuestra pareja.


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