22 de mayo de 2015

Límites

Cada vez que permitimos que alguien sobrepase nuestros límites nosotros movemos hacia atrás nuestras fronteras. A medida que cedemos más, nos encontramos tolerando cosas que jurábamos que nunca admitiríamos y actuando de una forma que jamás hubiéramos imaginado.

No solo empezamos a pasar por alto conductas anormales, insanas e impropias, sino que nos convencemos de su normalidad y de que nos las merecemos. Podemos acostumbrarnos al abuso verbal y a un trato irrespetuoso casi sin darnos cuenta, pero en lo más profundo de nuestro ser una parte importante de nosotros lo sabe y nos lo dirá si la escuchamos.

Es fundamental que establezcamos límites sobre lo que haremos y también acerca de lo que permitiremos a la gente que nos haga o que haga por nosotros. Los que nos rodean necesitan saber que tenemos límites, y es nuestra responsabilidad fijarlos y dárselos a conocer. Requeriremos de algún tiempo para pensar en ellos, y una vez los tengamos definidos serán necesarias grandes dosis de energía y consistencia para hacerlos respetar.

Algunas personas se enfadarán con nosotros, ya que no podrán seguir usándonos como lo han hecho hasta ahora. Intentarán que volvamos al antiguo sistema de dejar que nos usen o abusen de nosotros. No tenemos por qué sentirnos culpables y debemos ser consistentes cuando nos pongan a prueba con enfados, chantajes o cualquier otra estrategia que lo que pretenda sea sobrepasar nuestros límites.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por participar en este blog